Luego de más de una década de esfuerzo y compromiso, 51 familias del Comité de Allegados Terremoteados sin Solución de Chiguayante lograron el anhelado sueño de la casa propia. Ello, gracias a la entrega de sus viviendas en villa Los Aromos, que implicó una inversión que superó los 1.100 millones de pesos.
El proyecto contempló viviendas de entre 52 y 63 metros cuadrados, en albañilería reforzada y estructura de madera, además de áreas verdes y un espacio para el deporte. Todo esto, permitirá a cientos de chiguayantinos vivir con mejor calidad de vida.
El alcalde de Chiguayante, Antonio Rivas, comentó que la entrega de estas soluciones habitacionales permite que decenas de familias puedan vivir de manera tranquila: “Estamos entregando por fin este proyecto, que fue conseguido y luchado por muchos años, por un grupo de grandes dirigentes y dirigentas. Hoy damos un gran e importante paso. Son 51 familias que se instalarán en esta tierra prometida, donde se luchó por tanto tiempo para tener de manera definitiva sus casas, y así formar familias”.
Ximena Sáez, presidenta del Comité de Terremoteados de Chiguayante, destacó la importancia que tiene recibir la casa propia: “Somos afectados por el terremoto del 27 de febrero. Vivimos en aldeas, y hoy existe una felicidad absoluta de poder concluir y entregar a cada una de las familias este sueño. Siempre existió un pensamiento global de este proyecto, y destaco la ayuda fundamental de los diversos actores involucrados”.
Por su parte, el director del Serviu, Samuel Domínguez, recalcó el compromiso con las familias afectadas: “Estamos cumpliendo un compromiso que asumimos con las familias de entregar estas 51 viviendas. Nos sentimos contentos por todas ellas, a quienes les estamos entregando las llaves de sus casas”. A su vez, el consejero regional Andrés Parra, indicó que “éste es el proyecto más lindo que uno puede ver, porque los chilenos, en general, tenemos el anhelado y justo sueño de la casa propia”.
La inversión para estas soluciones habitacionales fue de 1.100 millones de pesos, las que incorporaron mejoras técnicas para soportar el clima de la zona.